sábado, 26 de octubre de 2013

San Antonio De Donde Salimos ???

                                       Aguadilla Un Gobierno Militar En El Noroeste 
                                                  Derechos De Autor Pertenecen A: Sra. Haydee E. Reichard De Cancio

         Segun un articulo de la Sra. Haydee E. Reichard De Cancio los comienzos de la Base Ramey son los siguientes: Desde principios del año de 1939 el Gobierno Federal de los Estados Unidos de Norte América comenzó a buscar un lugar en las costas de Puerto Rico para la construcción de una base militar, cuyo propósito era el proteger el estrecho de la Mona, que separa a Puerto Rico de Santo Domingo, y el Canal de Panamá. Las autoridades militares por varios meses visitaron la Isla en busca de un lugar estratégico. Con fecha 12 de junio de 1939 el periódico El Mundo publicaba: "Está ya resuelto a construir … Una base aérea en Punta Borinquen, Aguadilla". "Así se lo han recomendado al Departamento de la Guerra de los Estados Unidos”.


   

        Para el 21 de junio el corresponsal del periódico El Mundo en Aguadi-lla, Oscar Valle escribía: "Tenemos informes de que los trabajos preli-minares de miras y estudios para la base aérea en "Punta Borinquen" han comenzado ya, y de que se han empleado alrededor de cien traba-jadores para dichas labores" La noticia de la construcción de dicha base según Oscar Valle, "ha causado gran alegría en Aguadilla y redundará en beneficio de toda la parte Noroeste de la Isla." Para esos días la creencia popular era que la Base iba a ser construida en los terrenos pertenecientes al barrio Borinquen que eran de inferior calidad agrícola y no en los de los dos barrios más ricos de Aguadilla, que eran Maleza Alta y Maleza Baja. El entonces el maestro y periodista aguadillano José Capella Álvarez escribió en julio de ese año un artículo, que visto a la luz de setenta años más tarde, se podría decir que fue profético. Señalaba el Profesor entre los planteamientos que: "No obstante los beneficios que el establecimiento de esta base aérea conllevará para Aguadilla... debo anotar ciertos obstáculos con que confrontará la zona afectada. La base al establecerse afectará los dos barrios más prósperos de Puerto Rico. Los habitantes de estas comarcas se encuentran intranquilos, tanto los terratenientes como los obreros. En primer lugar, circulan rumores de que los terrenos se pagarán a base de las contribuciones que pagan al erario público y que su valor nunca excederá de doscientos dólares por cuerdas. Me parece que no debe ser el valor de tasación el que debe tomarse como base para la evaluación sino el valor de producción por cuerda o finca englobada. El periodista preveía que luego de la expropiación de terrenos para la construcción de la base, “surgirá el inevitable éxodo hacia la zona urbana y aumentará las probabilidades de arruinarse. El infeliz que nada posee pero que por lo menos con la industria del Yarey tiene su vida asegurada, correrá peor suerte por no disponer nada, salvo sus brazos para ganar el diario sostén. Pensemos pus en la mejor forma de pagar a los terratenientes sus propiedades y démosle el mejor trato a la clse obrera".


Los terrenos de Maleza Alta y Maleza Baja eran ricos en muchos aspectos. Los terratenientes y arrimados de estas tierras habían vivido allí por generaciones y generaciones. Muchos de ellos, de descendencia canaria, llegaron como emigrados en busca de buenas tierras para labrar y construir su lar. Familias como los Hernández, Barreto, Milán, González, Suárez, Palau, Almeyda, Lausell, Ramos Badillo, Calderón, Reices, Bravo, y Gómez,(1.) entre otras habían cultivado su pedacito de terreno heredado de sus abuelos, con amor y trabajo. Muchos de ellos en varias ocasiones se habían negado a vender sus terrenos a grandes intereses azucareros, renunciando tentadoras ofertas de compra. La mayoría de los terrenos estaban dedicados al cultivo de la caña de azúcar y tenía un buen sistema de riego. Su industria del cogollo o Yarey, era reconocida en todo Puerto Rico, allí se confeccionaban escobas, canastos, esteras, sombreros y suvenires para el turista. Existían excelentes talleres de la aguja donde sus mujeres confeccionaban bellas blusas y se ganaban el pan de cada día. (1. Por lo que entendemos que La Familia Arache eran los dueños de gran parte de los que actualmente son los terrenos en los que se hubica el Poblado San Antonio y Zona Industrial en estos dias 2013<nota del publicador de este segmento>).



En Maleza Alta se encontraba el poblado San Antonio, que según el fenecido y recordado escritor y compositor aguadillano don Pablo Fernández Badillo, "abnegadamente luchaba por hacer realidad su sueño de convertirse en un municipio de la Isla." Se levantaba el poblado en seis cuerdas de terrenos donadas por don Víctor (Rito) Hernández, en el año 1918 luego del terremoto de San Fermín, como refugio para los damnificados de Bajuras. Contaba el centro con una pequeña pero hermosa plaza adornada con vetustos postes de alumbrado de gas. En honor a su Santo Patrón, San José, una pequeña iglesia frente a cuatro calles, el teatro de don Pedrito Hernández Vargas, la panadería de los Palau, el cuartelillo policíaco, el correo y la escuela, Segunda Unidad de San Antonio. En el mes de marzo los habitantes de los barrios cercanos se unían para las celebraciones de sus alegres fiestas patronales. Aunque el poblado quedaba a "once kilómetros, equidistante de Aguadilla e Isabela”. La población hacía muchas de sus compras en el comercio de don Juan Ramos Badillo ( quien murio al lado del Teatro Star alegadamente tras un asalto hubicado en San Antonio lo que era el centro Comunal y Gimnasio Jungo Badillo <nota del publicador del segmento> ) en Maleza Baja. El 11 de Julio de 1939, el Secretario de la Guerra Harry H. Woodring, autorizó la adquisición de Punta Borinquen para el establecimiento de una base aérea, cuyo costo aproximado sería de quince millones de dólares. El teniente coronel, puertorri-queño, Reifkohl perteneciente al "Quarter-master Corps”, estaría a cargo de los traba- Plaza Poblado San Antonio 1939 jos preliminares. Informaba el periódico El Mundo en esa fecha" "Punta Borinquen está llamada a ser el punto de concentración de las potentes fortalezas aéreas, sobre una región de 1500 acres, " Los lanzabonbas pesados también podrán situarse en este sitio estratégico".



   De acuerdo los informes extraoficiales, unos 2700 hombres alistados y 350 oficiales y aviadores se estacionarán permanentemente en Punta Borinquen. Mientras los periódicos del país comentaban la construcción de las facilidades militares en Aguadilla, los ingenieros inspeccionaban miraban y medían terrenos. Entrevistado por la autora en agosto de 1993, el señor Matildo Barreto de 84 años de edad, me hizo este interesante relato:" Me encontraba visitando a mi padre en el Barrio Maleza Alta el día 5 de septiembre de 1939, y al mirar para donde vivía Mingo Irizarry vi bajo el palo de mangotín, tres personas; dos sargentos y un ingeniero. Al acercarme y preguntar qué hacían allí, me contestaron que esos terrenos los había "despropíado" el Gobierno Federal y que ellos estaban mirando el sitio para que un avión pudiera aterrizar. El ingeniero me preguntó: ¿Habrá un hombre para trabajar aquí?"; y yo le contesté: Ese soy yo". Trabajé por varios días con mi perrillo limpiando el terreno. Al tercer día a eso de las diez de la mañana uno de los señores me gritó: "sálgase de ese sitio, venga para acá.... de repente bajó aquel avioncito amarillo y aterrizó entre los sembrados de caña." El diario El Mundo publicaba la noticia el viernes 8 de septiembre y añadía que "en lo alto de una palma de cocos se ha izado provisionalmente la bandera americana." El avioncito amarillo venía diariamente y fue apodado, "El chulito", porque venía en él, el pago de los obreros.En la mañana del seis de septiembre de 1939 el fiscal de la Corte Federal, licenciado A. Cecil Snyder, a nombre del Secretario de la Guerra de los Estados Unidos, había radicado ante el juez Robert Cooper, de la corte de la Corte Federal de San Juan, para incautarse el Gobierno Federal de 1,877,cuerdas de terreno, que pertenecían a 400 propietarios.
           El juez inmediatamente concedió título de propiedad de los terrenos al Gobierno Federal y la correspondiente indemnización ($199,000), fue depositada en la Corte. Se le daban 20 días a los propietarios o residentes de la zona para que mudaran sus casas a partir de la firma del decreto. Edificación en San Antonio Los trabajos se iniciaron dos horas luego de decretarse la expropiación forzosa. La Compañía B del Regimiento 65 de Infantería de Puerto Rico fue trasladada a los terrenos de Punta Borinquen. Se levantaron casa de campaña como dormitorios y comedores de los soldados y el coronel Riefkhol los dirigía desde una mesa al aire libre. El comandante Karl S. Axtater fue designado oficial Comandante de la base aérea. Para el 9 de septiembre doscientos obreros no diestros, limpiaban un campo provisional para aviones. Los trabajadores de Aguadilla e Isabela tenían preferencia y ganarían, como la gran cosa, $22.10 al mes por 130 horas. El caso de Estados Unidos de América v. 1877.39 acres de terreno situadas en el Barrio Malezas Altas, Aguadilla P. R. Y Víctor R. Hernández et al, Civil Nún.2518, era un realidad. "Era la primera vez que el Gobierno Federal expropiaba tierras privadas, para defensa nacional.

 Comentaba el Lic. Héctor Reichard Zamora:" el procedimiento de expropiación que se utilizó es conocido como , in rem., donde se expropia la tierra, no la persona. Tan pronto como se radicaba la demanda y se depositaba el dinero en corte el título de la propiedad pasaba al demandante, el Gobierno de los Estados Unidos .
La prensa del día 9 del de septiembre informaba: "A fin de que estas personas puedan ser emplazadas y notificadas personalmente, por la presente se les solicita que comparezcan en persona en el Poblado San Antonio, Barrio Malezas, Aguadilla, el 12 de septiembre de 1939 a las diez de la mañana. El Márshal Federal estará presente en el sitio y hora indicada para emplazarlos." Tan pronto como los terratenientes y agregados se dieron cuenta de que la suma que se les ofrecía no era justa, y que ellos tenían el derecho de recuperar el valor de la propiedad, surgió un movimiento de protesta en toda la Isla. Don Ramón Añeses Morell ,ex alcalde de Aguadilla, desde Río Piedras, donde residía, defendía a los suyos; exponiendo la angustiosa situación que se había creado en maleza Alta con la expropiación de tierras sin proveer adecuada compensación. El periódico El Mundo en su editorial del 19 de septiembre de l939 hacia un llamado al Gobernador de Puerto Rico, el Sr. William D. Leahy para que investigue, y sí comprueba que no se ha hecho justicia a los terratenientes y agregados de Aguadilla, levante la voz ante las autoridades.Los licenciados Benicio Sánchez Castaño y Héctor Reichard Zamora "a nombre y en representación de un numeroso grupo de propietarios del barrio Maleza Alta alega-ban que el fiscal Snyder había procedido in rem contra 1,877 acres de tierra en vez de haber procedido contra los expropiados in personam.



Que en lo que afectaba a los terratenientes, estos señores tenían dere-cho a algo más que al mero valor justo y verdadero de la propiedad expropiada. Además, que de acuerdo con el artículo cinco de nuestra ley de expropiación forzo-sa, tienen derecho a intervenir y reclamar no sólo los propietarios de los inmuebles expropiados, sí que toda persona que ocupe, bien como arrendatario o ya como agregado … ,” según El Mundo. Alrededor de mil personas, agregados pobres, de los terratenientes quedaron desamparados y en busca de techos donde guarecerse. Los menos afortunados se aglomeraron en los alrededores de la Base o en las afueras del pueblo creando arrabales. Mientras tanto se construían las facilidades de la base que incluían campos de aterrizaje, hangares, talleres de reparación y almacenes. Comentaba don Layo Barreto, al ser entrevis-tado por esta historiadora que comenzó a trabajar allí desde el primer día, que lo primero que construyó fue la pista, donde antes se encontraba la casa de don Pedro Hernández, el terrateniente más rico de la zona. Según el entre-vistado los trabajadores comenzaron con un programa llamado WPA, que pagaba bajos sa-larios. En la madrugada del 10 de octubre cientos de bombas de mil y de quinientas libras, fueron tras-ladadas a Borinquen Field. Estas fueron cuidadosamente colocadas en vagones del ferrocarril en el muelle de la San Juan Dock Company", teniéndose que desviar el tránsito de las avenidas adyacentes al muelle, por temor a un choque con los vagones cargados de explosivos de alta potencia. La construcción de las facilidades seguían a todo vapor; dos mil civiles trabajaban día y noche.



     Los planes de Washington eran levantar una verdadera ciudad en Punta Borinquen, que tuviera su propio acueducto, un sistema completo de carreteras y caminos, sistema de alcantarillado escuelas, residencias, campo atlético, ferrocarril, bomberos y capilla para los familiares de los soldados y civiles. Mientras las máquinas se movían como fieras, los antiguos dueños y arrimados tenía que huir. Muchos se negaban y cuando se cumplía el plazo de los veinte días, se veían forzados a salir. Recuerdan todos los entrevistados, que apenas eran montados en la guagüita los desahuciados, las casas y bohíos eran quemados o dinamitados para poder proseguir con la construcción. A muchos de los que no tenían donde ir se les llevaba a algún albergue provisionales, en los edificios hasta hacía poco habían sido el correo o la escuela. Así los cerros vírgenes de Aguadilla, se fueron poblando de emigrantes de Maleza, otros salieron hacia Isabela. Los terratenientes se mudaron el pueblo de Aguadilla y la Capital. Construcción angar La Villa de San Antonio, situada en el barrio Maleza Alta, cerca de los terrenos recién expropiados, pasó a manos del Gobierno Federal el día 16 de noviembre de 1939.

 El fiscal federal depositó un cheque en corte por la cantidad de $3l,887 para el pago de 5.81 acres de terrenos. La petición decía que los terrenos se necesitaban para establecer facilidades para el cuerpo de aviación militar. Vivían en el poblado 64 personas y se les concedió 20 días para desalojar las propiedades. La señora María Otilia Milán, estudiante de aquella época, recordaba que se acercaba la Navidad y los alumnos de la Segunda Unidad fueron trasladados a un rancho de paja para recibir el pan de la enseñanza. Niños y niñas, ausentes de la realidad en que vivían, componían décimas navideñas:
                                        " Estas navidades
                                         pasemolas alegres
                                         y si nos despropian
                                         eso no nos duele....
                                         Si yo cojo a Hitler
                                         Me lo como frito,
                                         y en un aspao
                                         a Don Hiroito...."

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Don Víctor “Rito” Hernández, al ver el sufrimiento de la población volvió, como en el año 1918, a prestar su ayuda. "Buscó la cooperación del comandante K.S. Axtater- jefe a cargo de las obras en Punta Borinquen, quien regaló las casas expropiadas para reestructurar las viviendas de los más pobres. Don Víctor mismo donó dos cuerdas de terreno y, para completar el espacio necesario de tres cuerdas, recabó la ayuda de los licenciados Arturo y Jorge Ortiz Toro, quienes contribuyeron con la cuerda que faltaba. Así me lo indica el profesor Fernández Badillo. "Como medida de precaución contra el empleo de individuos con historial criminal y como una salvaguardia de los intereses nacionales, se determinó tomar las huellas digitales de todos los empleados civiles de las bases aéreas de Isla Grande, San Juan y Aguadilla. En Aguadilla se hizo obligatorio para todos los empleados civiles que deseaban emplearse permanentemente. Aquellos empleados que se negaron, según el reportero Badillo, fueron despedidos".

       Aguadilla Una Baja De La Segunda Guerra Mundial


Para el 6 de diciembre el brigadier general Daley bautizó la nueva base con el nombre de Punta Borinquen (Borinquen Field). Los trabajos de construcción proseguían sin dificultad mientras unos 4,000, hombres de procedencia civil se empleaban en la obra de los campos de aterrizaje permanente. La realidad es que Aguadilla parecía una colmena de abejas. Hombres y mujeres de toda la Isla llegaban a diario en busca de trabajo. La escasez de vivienda en la zona se convirtió en un problema. De repente las matrículas escolares aumentaron. El pueblo, hasta entonces un sufrido puerto de mar, se transformó por completo. Con la llegada de los soldados abrieron nuevos negocios como el primer laundry, el Army & Navy Store, fuentes de soda, donde se tomaban Ice Cream Sodas y Blackouts, se comían Hot Dogs, Grill Sandwiches y hamburgers. Tan pronto don Pedro y don Rito Hernández recibieron su justa compensación por las tierras expropiadas, ellos se dieron a la tarea de modernizar a Aguadilla, dotándola de edificaciones multipisos. El recordado Hotel Borinquen al lado norte de la Plaza, con restaurante y terraza de baile, y el ingenio Gabriel Soler construyó en moderno Punta Borinquen Country Club frente a la bahía cambiaron en poco tiempo la vida del aguadillano.

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 Aguadilla, una baja de la Segunda Guerra Mundial Para el 6 de diciembre el brigadier general Daley bautizó la nueva base con el nombre de Punta Borinquen (Borinquen Field). Los trabajos de construcción proseguían sin dificultad mientras unos 4,000, hombres de procedencia civil se empleaban en la obra de los campos de aterrizaje permanente. La realidad es que Aguadilla parecía una colmena de abejas. Hombres y mujeres de toda la Isla llegaban a diario en busca de trabajo. La escasez de vivienda en la zona se convirtió en un problema. De repente las matrículas escolares aumentaron. El pueblo, hasta entonces un sufrido puerto de mar, se transformó por completo. Con la llegada de los soldados abrieron nuevos negocios como el primer laundry, el Army & Navy Store, fuentes de soda, donde se tomaban Ice Cream Sodas y Blackouts, se comían Hot Dogs, Grill Sandwiches y hamburgers. Tan pronto don Pedro y don Rito Hernández recibieron su justa compensación por las tierras expropiadas, ellos se dieron a la tarea de modernizar a Aguadilla, dotándola de edificaciones multipisos. El recordado Hotel Borinquen al lado norte de la Plaza, con restaurante y terraza de baile, y el ingenio Gabriel Soler construyó en moderno Punta Borinquen Country Club frente a la bahía cambiaron en poco tiempo la vida del aguadillano. Comunicación entre la Base y Aguadilla- Alcalde Rafael Gutín López, Lic Héctor Reichard, Senador Arturo Ramos Hidalgo y el Brigadier General Kalberer En 1940 los Padres Agustinos tuvieron que dejar: la parroquía de San Carlos Borromeo al sus Superiores no poder seguir supliendo las demandas de ésta, al desconocer el inglés. La misma fue cedida ese mismo año la Orden nortearnericana del Santísimo Redentor. Escribió el profesor Herman Reichard: "Así se les hacía Irás fácil oficiar en la recién establecida Base."

 EN 1942, COMO SI FUERA POCO EL PUERTO COMERCIAL FUE CERRADO POR MOTIVOS DE SEGURIDAD NACIONAL, QUE-DARON DESEMPLADOS CIENTOS DE OBREROS MARÍTIMOS Y MUCHAS DE LAS FIRMAS COMERCIALES CERRARON O SE TRASLADARON A MAYAGÜEZ.

 Un Capítulo del USO, club nacional donde los soldados sus familias y amigos podían ir a pasar un rato de diversión, se abrió en Aguadilla. Sus salones de recreo con juegos de mesa, la sala de lectura y el comedor y estaban abiertos hasta las once de la noche. Aunque no se servía licor, los fines de semana había bailes para los soldados. Un grupo de señoritas serias, de toda la zona servían de anfitrionas. Exhibiciones de pinturas, conferencias, coronaciones y ayuda emocional se le proveían al soldado. Se ofrecían clases de inglés y de español. Muchos matrimonios nacieron de las reuniones del USO. Algunos de éstos luego de la Guerra se trasladaron a los Estados Unidos, otros aún viven entre nosotros y recuerdan con nostalgia aquella época.




Como una plaga comenzaron a proliferar los establecimientos de vida nocturna. Apenas el reloj marcaba las cinco de la tarde comenzaban a llegar al pueblo cientos de soldados en busca de diver-sión. Bares, cafetines y salones de baile se podían encontrar desde la salida del Gate 1 hasta Aguada, y del Gate 5 hasta Isabela. Las velloneras tocaban los últimos hits de la música norteameri-cana. Tal parecía como si las guitarras, los güiros y las maracas hubieran desa-parecido. Las rubias, oxígenadas, con faldas cortas y blusas transparentes eran asiduas visitantes en estos lugares. Cerca de las diez de la noche la policía militar recorría las calles y los bares en su pólice patrol (la patrola) en busca de aquellos que habían empinado un poco más el codo, y habían tenido algu-na trifulca. Con el adelanto material también surgieron los problemas de tipo social y moral. "La prostitución fue uno de éstos, apuntaba don Pablo Fernández Badíllo. Los locales de prostíbulos proliferaron en las áreas adyacentes a la Base. Fueron muchos los lugares a los que las autoridades militares clasificaron de "off Limits" para los soldados. Aguadilla fue víctima y perdió en gran parte su sosegada vivencia." La escritora Ester Felicano Mendoza, años más tarde cuando la base era conocida como Ramey, escribía en el periódico El Mundo un artículo titulado:" PASION Y MUERTE DE DOÑA AGUADILLA", que entre otras cosa leía así: "Doña Aguadilla está "off limits", doña Aguadilla es una mujer pública… Aguadilla jubiló a la chaperona. Aguadilla se trasnochó del brazo de un soldado con ojos azules y lengua extranjera…"

     Con palabras todavía más fuertes la escritora criticaba el estilo de vida que estaba viviendo cierta parte de la población aguadillana. En 1955 apareció en el periódico El Mundo una caricatura de artista FiLardi , señalando que cada vez que Aguadilla era puesta "off limits" la Villa perdía $400,000 mensuales. Hasta el léxico sufrió cambios, en Aguadilla se iba al movie con un date, se pagaba con un nickel y a los billetes de veinte dólares se les conocía como Mc Closky. En la Villa del Ojo se tomaba Coca Cola, Pabst, Orange Crush y se fumaban Chesterfield y Lucky Strike. Se abrieron Schools Supplies a donde se vendían comics. Abundaban los shoeshine boys, que iban pregonando: Shine, Mister, Shine... Las féminas de repente se comenzaron llamar Jane, Lucy, Mary y las que no dominaban el inglés, se defendían con los monosílabos yes, no... ó con palabritas corno: thank you, bye, good, well... La Base Borinquen se convirtió en una enorme superfortaleza. Se levantaron edificaciones gigan-tescas e impresionantes y hangares en forma de semicírculo, construidos de acero y hormigón, con techo aprueba de bombas. Aviones de bombardeo, reconocimiento y persecución entraban y salían por la amplia pista de aterrizaje. Recordaba don Eladio (Layo) Barreto como en el barrio Calero fueron cortadas las montañas para colocar gigantescos magazines de acero que se convirtieron en depósitos de bombas. Terminada la construcción el terreno que había sido removido se colocaba en su sitio para camuflar el área. Las bombas se colocaban como si fueran sacos de azúcar. Los detonadores se guardaban en una área restringida dentro en una caja de hormigón de 36 pulgadas de espesor, cuya combinación sólo conocía el Comandante. Filardi Aguadilla Ramey La base militar de Punta Borinquen durante la Segunda Guerra Mundial desempeñó la tarea de combatir los submarinos enemigos en toda el área del Caribe, el Atlántico y el Canal de la Mona. Sirvió de punto de enlace para los militares heridos que venían de distintos campos de batallas. En 1944 la Fuerza Aérea comenzó en esta Base un campo de enseñanza para el Personal de las superfortalezas B29, que se estaban utilizando en la campaña contra Japón. Apuntaba el profesor Capella Álvarez: "Es de sumo interés dar a conocer y como un hecho sobresaliente histórico que el personal de las superfortalezas, responsables para arrojar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki., fueron adiestrados y recibieron su práctica en la Base. Sin olvidarnos de la islita del Desecheo dónde se hacían prácticas bélicas. Como más tarde se hicieron en Vieques y Culebra.

 Terminada la guerra la Base entró en otra etapa. Para apresurar el regreso de los veteranos que combatieron en Europa se inició el Proyecto Verde. Miles de veterano pasaron por la Base al retornar a la vida de civil. Luego siguió el Proyecto Blanco, para ofrecer trabajo al veterano. En 1947 el poblado de San Antonio fue expropiado del barrio Aguacate para ser trasladado al barrio Montaña, donde permanece hoy en día dándole gracias a Dios que la Base fue cerrada en 1973. En 1948 el bastión militar tomó el nombre de Ramey Air Force Base, en honor del héroe de la Segunda Guerra Mundial., Brigadier Howard K. Ramey,Ramey se convirtió durante la guerra de Corea en el hogar del; “72 Bombardment Wing Strategic Air Command” ofreciendo protección militar al Caribe, canal de Panamá y toda la América Libre. La extensión territorial de estas facilidades militares era de 4,845 acres de terreno. La Base fue una gran fuente de ingresos para la economía de Aguadilla y pueblos Límítrofes hasta el año de 1973, en que Washington declaró dicha faciliades "exceso a necesidades federales y en consecuencia queda a disposición del Estado Libre Asociado de P.R.
En 1970, según El difunto líder cívico don Máximino Gómez, tenía 10,000 empleados entre diestros y no diestros, con una nómina de $34,000,000. Como una curiosidad histórica el primero de febrero el predicador Billy Graham atrajo una multitud de cinco mil personas en una concentración religiosa que se efectúo en Ramey. En l960 el entonces Presidente Dwight D. Eisehower visitó la Base los días 22-23 de febrero. Durante su estadía recorrió las calles de Ramey saludando a sus residentes, jugó golf y asistió a una cena de gala dónde acudimos miembros de la población civil de Aguadilla en el Club de Oficiales. El 18 de diciembre de l961 el entonces Presidente John F. Kennedy acompañado por altos dignatario fue huésped de dicha instalación militar, de paso a Sur América. Siete años más tardes el entonces Presidente Lydon B. Johnson estuvo en también visitó la instalación.
   El cambio socio-económico, moral y hasta religioso que trajo Borinquen Field a Aguadilla es tema obligado en la historia de Aguadilla. Por esa razón el libro del aguadillano Dr. Carlos Hérnández y Hernández: "PUEBLO NÓMADA…De la Villa agrícola de San Antonio al emporio militar de Ramey Base”, es una lectura forzosa para conocer más a fondo esta baja de la segunda guerra mundial, Corea y Vietnam que el pueblo ha olvidado. La Base Ramey fue fuente de ingresos para la economía de Aguadilla y pueblo limítrofes hasta 1973, que Washington declaró dichas facilidades “exceso a necesidades federales y en consecuencia queda a disposición del Estado Libre Asociado de P.R.” Hoy gracias a la diligencia de aguadillanos, y del entonces Gobernador de P.R., Don Luis a Ferré, dichas facilidades en su mayor parte se pasaron al Municipio de Aguadilla y tenemos el segundo aeropuerto comercial de Puerto Rico, con la pista más larga del Caribe, un Recinto de la UPR, hotelerías, campos de golf y escuelas privadas y una comprometida Admistración Municipal que nos ha puesto de nuevo en el mapa… con sello que lee “hecho en Aguadilla”.......
Gracias A La Sra.Haydée E. Reichard
La historiadora y escritora puertorriqueña es :Académica de Número de la Academia de Artes y Ciencias de Puerto Rico, Académica de Número de la Academia Científica y de Cultura Iberoamérica, miembro de Estamentos Puertorriqueños de Hijoshidalgo, desde 2005 y fue envestida en 2008 como miembro de la Orden de Humbold . Es Ministro Extraordinario de la Eucaristía de la Parroquia de la Milagrosa en Aguadilla desde 1981. La Universidad de Puerto Rico, Recinto de Aguadilla le otorgó la distinción Académica de Doctor en Honoris Causa en Humanidades en junio de 2013. La Dra. Ha publicado 14 libros y más de 200 artículos de costumbre, historia y religiosidad popular en Puerto Rico.
Y su valiosa informacion la encuentran en: http://haydeereichard.blogspot.com/

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